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1. DIEZ PISTAS PARA HACER INVESTIGACIÓN INVESTIGAR”PONER EN CUESTIÓN LO QUE SE HACE”

El aula: un escenario para la sospecha
Por Fernando Velázquez Rodríguez

Hemos sido formados con la convicción de que lo que hacemos es lo seguro. Lógica de la enseñanza, ahora lógica de la evaluación; es decir, valorar desde el aprendizaje no desde la enseñanza.

PONER EN DUDA NUESTRAS CERTEZAS

Se investiga porque la zona de nuestras incertidumbres es superior a nuestras certezas. Investigamos porque tenemos más preguntas que respuestas. Por consiguiente, en la investigación antes que aprender un método es una cuestión de actitud y disposición personal.

CONVERTIR NUESTRA AULA EN LABORATORIO

Cada una de nuestras actividades cotidianas puede ser motivo de investigación. Lo más habitual y cercano puede ser digno de una valiosa y concienzuda pesquisa. Es urgente, por lo mismo, des-idealizar el hacer investigativo; ni se trata de contar con enormes presupuestos ni de buscar temas excepcionales.

ACOSTUMBRARNOS A REGISTRAR EVIDENCIAS

Mucho de lo que hacemos puede ser utilizado en la investigación si tenemos la precaución de convertirlo en registro. Contar con tales “archivos” es fundamental para provocar, reconstruir o validar una investigación. Recordemos que lo que hacemos en el aula es importante. Vale la pena convertirlo en registro.

RECONSTRUIR LO QUE HACEMOS A PARTIR DE LA MEDIACIÓN ESCRITA

Como es de importante, para que una investigación se desarrolle, el contar con el hábito de la escritura. Acostumbrarnos a emplear esta herramienta cognitiva capaz de darnos la distancia suficiente para comprender y reflexionar lo que hacemos. La escritura objetiva nuestro yo y nuestro hacer.

DARLE EL VALOR POSITIVO AL ERROR

La falla en la docencia o los errores son un terreno propicio para adelantar investigaciones. Dada la variedad y particularidad del oficio de educar aquello que no resulta es tan importante como lo exitoso. Advirtamos que un objetivo clave es investigar.

SEGUIRLE LA PISTA A UN PROBLEMA

Más que tareas episódicas o eventuales y ejercicios de clase, el ser maestro investigador nos convoca a mantener en alto (por un buen tiempo) una pregunta o problema. Hay que tratar de persistir en una inquietud hasta lograr profundizar en ella. Esto debe ayudarnos a optar sobre cuales son, en verdad, nuestros “nichos- problema” de interés.

APROPIARSE DE UN MÉTODO

El método orienta la acción del investigador, garantiza que las actividades no se diseminen o se malgasten los resultados. Además sistematiza y valida el proceso investigativo. El método incluye unas técnicas para recolectar y analizar la información. Sin embargo, acordémonos de que es el problema el que determina el método.

ORIENTAR LA DOCENCIA DESDE NUESTROS PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN

Para hacer rentables el tiempo y los esfuerzos con que contamos debemos vincular el trabajo docente con las preguntas que surjan en nuestro actuar investigador. Más que “dictar clase” hay que “problematizar” el aula; convertir el salón en un laboratorio.

CONFRONTARSE Y ATREVERSE A PUBLICAR

La investigación demanda salir de nuestro “encerramiento” para ponernos frente a otros. Publicar es una manera de lograr tal cometido. Los resultados de lo que hacemos necesita ser conocido y confrontado por los pares.

CONFRONTAR NUESTRAS PRÁCTICAS CON TEORÍAS

Un investigador necesita, de manera permanente constatar lo que hace con fuentes documentales o referentes teóricos. Sin esa “aduana conceptual” sus pesquisas se quedarán en el vacío.

  

2. PARA UN DIÁLOGO PROVECHOSO DEBE HABER UNA AUTÉNTICA ACTITUD DE ESCUCHA
EL TIEMPO
Junio 8 de 2006


El diálogo es, tal vez, la herramienta para el entendimiento mutuo más promovida, y a la vez, más truculenta.
Muchas personas dialogan más pensando en ganar que en comprender los argumentos del otro.
Casi siempre se parte de una posición, que no es otra cosa que el punto de vista parcial que se asume al empezar a dialogar. A partir de ese momento ya se está parapetado en un sitio, y se intenta demostrar la validez de las reflexiones y de los argumentos propios, que serían más coherentes y más claros y reales que los del interlocutor.
Con frecuencia, cuando se siente que los argumentos de la otra persona son más contundentes, surge como defensa la descalificación del otro como forma de desautorizar sus opiniones o puntos de vista.
Todos en algún momento de nuestras vidas, y algunas personas muy frecuentemente, usamos este esquema.
Desde luego que así no se llegará jamás al entendimiento. A lo sumo, al sometimiento del otro, que no es en sentido alguno, algo deseable.
Para un diálogo provechoso es imprescindible una actitud de escucha franca y real. El interés tendría que estar centrado no solo en argumentar con claridad; también en tratar de captar con total honestidad lo que el otro dice, y proponerse asimilarlo para establecer dónde están las coincidencias y las diferencias.
Pero usted habrá sido testigo de la infinidad de veces en que uno de los interlocutores casi no puede esperar a que la otra persona termine de decir lo que está diciendo: menea la cabeza o empieza a expresar monosílabos que pretenden cortar el discurso del otro, o a tamborilear con los dedos. Es claramente notorio que no está escuchando. Apenas, mostrando que ya no puede esperar más para decir lo contrario de lo que le están diciendo.
En esos casos hay diálogo “técnicamente hablando”, pero no hay posibilidad de encuentro ni de conclusiones compartidas. Es un diálogo estéril.
Haga el intento: busque que el diálogo sea una fuente de nuevos acuerdos, de reconocimiento del otro. Descubra el enriquecimiento mutuo y la enorme satisfacción que produce abrir las posibilidades de ampliación de sus criterios y de los criterios ajenos. Las vivencias de logro, de encuentro, de ganancia son enormes, y solo se necesita practicar esa buena disposición a la escucha y al conocimiento de ese otro que desea compartir sus puntos de vista con nosotros.
No permitamos que esas oportunidades de mejoramiento de nuestros vínculos se nos vuelvan lo que un adolescente llamaba “dialogazos”, aludiendo a cómo sentía cada uno de esos encuentros con su padre, con el propósito de “dialogar”.
Con un pequeño esfuerzo de atención, simplemente, y cuidándonos de no caer en las distorsiones ya anotadas, podremos rescatar el verdadero diálogo y sus maravillosas consecuencias para el entendimiento que tanta falta nos hace hoy por hoy.
JORGE ALBA
escuelasdebuentrato@gmail.com

 

 3. INTELIGENCIA EMOCIONAL, TAN IMPORTANTE COMO LA INTELECTUAL
EL TIEMPO, 11 de Junio de 2006

Si usted pensaba que la inteligencia era solo la capacidad intelectual, está muy equivocado. Este concepto ha venido ampliándose. Cada día se investiga y se descubre más sobre el tema. Sabemos que solo la inteligencia como capacidad intelectual (CI) no es suficiente para explicar el éxito o el fracaso de las personas.
Hoy se habla de la inteligencia emocional. Este concepto lo introduce el psicólogo Daniel Goleman en su libro del mismo nombre. Lo importante de este aporte es ver cómo las habilidades emocionales se pueden desarrollar y determinan también el éxito de un individuo.
Cuando hablamos de inteligencia emocional estamos hablando de la capacidad de conocerse a sí mismo y de relacionarse con los demás. Estos dos factores: inteligencia intrapersonal e interpersonal son clave.
Cómo nos vaya en la vida está determinado por ambas inteligencias, no por una sola como se creía anteriormente. El intelecto no puede mostrar su óptimo desarrollo sin inteligencia emocional.
Las habilidades clave de la inteligencia emocional son: la automotivación (tener intereses - querer hacer cosas), la persistencia, el control de los impulsos, la empatía, la esperanza y la capacidad de no permitir que la desesperanza o emoción negativa invada nuestro pensamiento.
La capacidad intelectual sola nunca ha sido garantía de éxito. Hemos visto cantidades de ejemplos en la historia. Genios como Einstein y Beethoven nunca fueron felices y su vida emocional fue un caos.
Hay niños que nacen con ella más desarrollada y son muy hábiles para manejar sus emociones y las de los demás.
Los grandes deportistas son capaces de competir con todo su esfuerzo a pesar de una derrota previa. El deportista que no se sobreponga a la derrota nunca triunfará.
Aquellas personas con gran inteligencia socioemocional se conectan a las emociones de los otros, son astutos para leer las reacciones y sentimientos de los demás, pueden manejar disputas y conflictos. Son líderes naturales, que pueden expresar las emociones de un grupo y son capaces de guiarlo para cumplir sus objetivos.
Esto es la inteligencia interpersonal que, sumada a la intrapersonal, da como resultado una persona con un excelente equilibrio emotivo.
Hay otros que tienen muy poca capacidad emocional. Son pueden entender si están tristes o bravos, no alcanzan a distinguir la emoción y mucho menos su causa. Dicen y hacen cosas impulsivas y ellos ni siquiera se dan cuenta, no parecen ver la correlación entre lo que dicen y hacen y cómo esto afecta a los demás. Son lo que se llama malos perdedores.
Estos niños pueden tener grandes talentos intelectuales artísticos y deportivos, pero si les hace falta esa inteligencia emocional pueden llegar a ser unos mediocres.
La inteligencia emocional con sus componentes clave se puede estimular y desarrollar. A un niño se le puede enseñar a esperar su turno, a esperar un premio, a ser amable con los padres, a ponerse en el puesto o en los zapatos del otro, a controlar sus impulsos. Esto lo pueden enseñar los colegios y, más importante que todo, pueden estimularlo a diario los padres.

ANNIE DE ACEVEDOPSICÓLOGA annieacevedo@hotmail.com

 

4. LOS NIÑOS DEBEN TENER CONTACTO CON LOS LIBROS DESDE QUE NACEN
EL TIEMPO Mayo 28 de 2006


Así lo señalan los profesores que integran el Grupo de Investigación Cognición y Lenguaje en la Infancia de la Universidad Nacional.
Ellos estudiaron durante seis meses a 159 bebés para saber qué influencia tenía en ellos la lectura. Encontraron padres que nunca leían y ahora lo hacen; bebés que ríen al ver las imágenes en los libros, que los acarician y que siguen atentos las lecturas.
Estados Unidos e Inglaterra llevan tres décadas investigando el tema. El seguimiento de los niños lo hacen hasta por siete años para ver qué consecuencias tiene en su desempeño académico. Así han encontrado que amplían su vocabulario, saben relacionar textos y argumentar, debilidades que tienen estudiantes colombianos de quinto y séptimo grado, según las pruebas Saber.
Los expertos de la Nacional hicieron seguimiento a los niños de ‘Los bebés sí pueden leer’, una de las estrategias que tiene Fundalectura en su programa Leer en Familia.Colsubsidio y Comfenalco Antioquia pusieron en práctica la estrategia con familias que tenían bebés de seis meses.
A cada una se le dieron libros y un plegable con recomendaciones para leer. Rita Flórez, coordinadora de la investigación, habló con EL TIEMPO sobre los resultados del estudio que acaba de publicarse.
¿Qué encontraron de diferente con respecto a las investigaciones de E.U. e Inglaterra?
Corroboramos los hallazgos de otras investigaciones que muestran que la lectura compartida desde los seis meses produce una transformación del adulto y el niño.
Es sorprendente ver que mamás que nunca habían tenido experiencia con la literatura infantil se vuelven niñas y pueden compartir ese evento con sus hijos. En el caso de los bebés, imitan e interrogan sobre las imágenes. Se ve en ellos un placer por la lectura.
¿Y eso para qué sirve?
Se sabe que sobre los seis primero años de vida los niños construyen los cimientos que se requieren para ser lectores competentes. Eso permite que cuando ingresen a primero de primaria, que es la instrucción formal de lectura, lleguen con buenas bases y actitudes frente al libro. Sin ellas se les puede hacer difícil la lectura y por ende pueden tener problemas en su desempeño académico.
¿Se hará un seguimiento por más tiempo como el que se hace en los otros países?
En dos meses se hará un seguimiento con las familias por seis meses más. La idea es hacerlo por más tiempo para ver el impacto que tiene el programa en la compresión lectora. Queremos ver si cuando están en el colegio se hacen mejores lectores. Para eso se requieren recursos.
Consejos para leer con los hijos
Los expertos recomiendan que las primeras lecturas sean rimas porque el recién nacido no ve muy bien, pero escucha y siente. Por eso el primer libro no tiene páginas sino voz, acompañada de caricias y juegos.
"Cinco lobitostiene la loba,cinco lobitosdetrás de la escoba.Cinco parió,cinco crió,y a todos los cincotetica les dio",
Extractada de ‘Rimas y Nanas’.
Libros para leer con niños entre 0 y 6 años:
‘A la cama’, de Helen Oxenbury. Editorial Juventud.
‘El libro de Antón Pirulero’. Coplas, nanas, adivinanzas, retahílas. Compilación de Sergio Andricaín y Antonio Orlando Rodríguez. Editorial Panamericana.

  

5. OBSERVARLOS DETENIDAMENTE, PRIMER PASO PARA FORMAR NIÑOS CREATIVOS Y LLENOS DE IDEAS

EL TIEMPO Junio 3 de 2006


Los adultos deben prestar atención sobre qué hablan los pequeños, qué superhéroe o juguete les interesa y cómo son sus comportamientos.
¿Cómo lograrlo? Aunque existen muchas recomendaciones, los resultados no serán los esperados si el adulto tampoco tiene esa cualidad, o al menos no está interesado en ponerla a prueba.
Para Diego Parra, psicólogo investigador en el tema, "ser creativos en la educación consiste en buscar aquellos retos para que un niño solucione problemas de una forma divertida".
Los retos van con la edad. A los 6 años el problema es jugar con el lenguaje, mientras que a los 9 meses es dejar caer las cosas para saber cómo suenan. Pero, aunque nunca es tarde, la época más valiosa para fomentar la creatividad es hasta los 10 años.
De acuerdo con los estudios, la creatividad no es lo mismo que la inteligencia, aunque la primera es clave para el desarrollo de la segunda. Pero, ¿qué es ser creativo?
"Las personas creativas tienen un tesón muy fuerte, son capaces de tolerar la ambigüedad, de manejar y combinar mundos distintos", según el experto.
Nunca es tarde para despertar la creatividad
Desde hace 15 años, Diego Parra Duque se ha dedicado a la investigación en creatividad. Juntó su experiencia con la de su esposa, Ana Milena Gómez, especialista en educación y arte, para escribir el libro Creatividad para padres.
¿Cuáles son los enemigos de la creatividad?
No perseverar y la costumbre. Es decir, cuando los días transcurren y no pasa nada. La creatividad es la capacidad de asombrarnos, de vivir la vida de una forma divertida y no temerles a los errores.
El poco tiempo es otro enemigo
Para eso se pueden usar los momentos cotidianos. La hora de la comida puede ser el momento para botar objetos al piso y la hora de dormir para la hora del cuento.
Errores que hacen morir en el intento
No poner límites. Tanta libertad tampoco es buena. Cuando el niño pregunte qué pintar o hacer, es bueno sugerirle actividades y no responder "lo que tú quieras".
Infundir miedo al error. Castigar o ser severos cuando hay un error en alguna actividad, hace que el niño sienta temor y prefiera no intentar las cosas.
Temerles a los problemas. Al contario. Los creativos se caracterizan por encontrar problemas que otros no han visto.
No hacerse preguntas. Es mejor cuestionarse con frecuencia sobre cualquier tema, porque ayuda a crear nuevas ideas, a ser más críticos y a analizar varias opciones para solucionar un problema.
Tome nota y póngase a prueba
¡A preguntar! Cuestione al niño sobre temas y situaciones poco comunes que le den la posibilidad de analizarlas desde muchos ángulos. ¿Qué pasaría si el mundo fuera ciego o si la tierra fuera cuadrada? No solo promueva la conversación sobre los temas, invítelo a que lo exprese en dibujos e invente historias.
Elabore un diccionario infantil. Invítelos a definir palabras como mamá, presidente o televisor.
Juegue con los sentidos. Los niños desarrollan hoy más los sentidos de la vista y del oído.
La hora de preparar la comida es ideal para que el niño use más el sentido del olfato y sea sensible para percibir los olores. Aproveche salidas para preguntar de vez en cuando qué olores logra percibir.
Invente historias e inclúyale sonidos de carros y puertas.
Escoja dos o tres palabras que no tengan relación entre sí y construyan frases o pequeñas historias. Si el niño exagera, mejor.
Para el sentido del tacto. Escriba con los dedos de sus manos números y letras sobre la espalda del niño.
Estudios han demostrado que la expresión artística, la música por ejemplo, ayuda al desarrollo del pensamiento lógico y matemático.
La actividad es un éxito cuando el niño se entretiene en ella más tiempo de lo normal.
¿Bloqueo? Si no se le ocurre nada ante alguna situación, cambie de actividad y después de 10 minutos vuelva a intentarlo. Según los expertos, funciona y los resultados son mejores.
"La creatividad es amiga de las limitaciones. Un niño con pocos juguetes los disfruta más que el que tiene muchos".
Diego Parra, psicólogo y experto en creatividad
SONIA LÓPEZ ORTIZREDACTORA DE EL TIEMPO

  

6. OCULTAR LAS RELACIONES AFECTIVAS ENTRE PROFESORES Y ESTUDIANTES NO ES SUFICIENTE
Mayo 27 de 2006

La orientación ayuda al joven y disminuye el riesgo de casos de acoso o abuso sexual.
Una historia que se repite en las aulas
Le gustaban sus gafas a lo John Lennon, su mochila cruzada, sus ojos verdes y su gran inteligencia.
Era el profesor de filosofía y el amor platónico de Gisselle, de 15 años, una estudiante de grado once quien, sin pensar en los 13 años de diferencia, decidió conquistarlo.
Los poemas y las notas anónimas no fueron suficientes, tampoco el esfuerzo académico en su clase. "Era el novio de una compañera de mi salón. Fue duro aceptarlo y ahora (siete años después) siento que fue inmadurez y tal vez buscaba una figura paterna que fue débil para mí", dice.
La razón se ajusta a lo que dicen los expertos. "Los maestros son encantadores por su conocimiento y autoridad, y se suma al interés que los niños en la preadolescencia tienen por el otro sexo", asegura Lucrecia Cano, psicóloga.
No es un secreto que estos romances no son permitidos, pero tampoco, que es mayor el riesgo de encontrarse con un caso de acoso sexual.
Esta semana el país conoció por medios radiales la historia de una mamá que no sabía qué hacer con su hija de 16 años que tiene una relación sentimental con un profesor de 40 años.
Colombia no tiene una norma que prohíba una relación sentimental en las aulas, pero desde hace ocho años los colegios privados tomaron medidas para evitar estas situaciones entre profesor y alumno.
"Ahora se incluyen en los contratos cláusulas en las que el profesor se compromete a no tener relaciones sentimentales con estudiantes. En casos extremos, se prohíbe que asista a actividades como cumpleaños y estreche lazos con la familia para evitar presiones académicas o personales de alguna de las partes", explica Martha Yaneth Castillo, presidenta de Andercop*.
Un caso de estos fácilmente puede alcanzar niveles judiciales. "Cuando hay una relación con un menor de 14 años es un delito sexual, con o sin consentimiento del niño o niña (...) Si hay una relación profesor-alumno (menor de 14 años), de todas maneras se constituye un delito, agravado por el ejercicio, hay una situación de poder sobre el menor y un padre podría entablar una denuncia por agresión sexual", explica Beatriz Linares, ex defensora de niñez de la Defensoría del Pueblo.
Algunas se convierten en relaciones estables, pero no por eso deja de ser un tema de especial atención por parte del colegio y los padres de familia.
Si bien en los mayores casos de acoso el responsable es el adulto, el victimario en ocasiones también es el joven.
Las sanciones disciplinarias de los docentes son dadas por las secretarías de educación. Y aunque en las de Medellín y Cali no hay denuncias, en Bogotá se investigan 30 de estos casos.
Según la presidenta de Andercop, a finales de año se encuentran situaciones donde el joven inventa estos casos para justificar el mal desempeño en alguna asignatura.
‘No sabía que era un caso de acoso’
"Fue en quinto de primaria, a los 10 años de edad. La profesora tenía un grupo especial de niños, entre esos yo, a quienes protegía y daba regalos. Lo veíamos como algo normal. Se hizo amiga de las mamás de mis compañeros y se volvió una allegada a mi casa, tanto, que asistía a las reuniones familiares.
Al final de clase, a cada uno nos llevaba al cuarto de materiales del colegio, cerraba la puerta, nos sentaba en sus piernas, nos cogía las manos y hacía que las pasáramos por el cuerpo de ella.
Se inventaba salidas. En una me llevó a un parque y me besó. Es algo que no se puede manejar porque uno no sabe que es una situación de acoso. Cuando llegábamos a la casa todo tenía la fragancia de esa señora.
Un allegado a mi casa se dio cuenta, pero en un medio de hombres, me convertí en un ‘héroe’. Se burlaba y me decía que era bueno porque me iba a despertar.
Mis papás no sabían hasta que en un cumpleaños en mi casa la señora me besó. Fue terrible, creí que era mi culpa y sentí que mi papá hacía ver la culpa en mí.
Pensé que era un tema olvidado. Hoy, a mis 33 años, y con hijos, soy prevenido con las cosas fáciles. Quisiera que mis hijos tuvieran freno con sus sentimientos porque un niño no entiende las pretensiones de un adulto. Debemos saber cómo son las relaciones de nuestros hijos, sus dificultades y recurrir a las personas que nos puedan guiar".
‘Los colegios deben manejar estos temas de forma más abierta’
"Fue hace diez años. Era el profesor de educación física y yo estaba en décimo. Él tenía 28 y yo 16. Llevaba años dictando clase en el colegio, pero el primer encuentro fue en una salida pedagógica en la que me abrazó y me besó.
Duramos un año y tres meses, pero nunca hablábamos de tener una relación formal. No me dictaba clase pero buscaba la forma de acompañarme. Siempre nos veíamos en el horario escolar.
Un año más tarde la secretaria del colegio nos vio besándonos en la mapoteca. Casi no puedo graduarme. La directora decía que debia recoger el diploma por ventanilla.
Fue solo atracción, pero conocí casos de compañeras que se enamoraron y ahora están casadas con ellos, otras quedaron en embarazo y las expulsaron del colegio.
Muchos profesores abusan de su posición para estar con las alumnas y los colegios tienden a tapar este tipo de situaciones con la expulsión del alumno, pero no toman medida contra el docente.
Como padres debemos estar más pendientes de la educación de nuestros hijos, crear en ellos valores morales para que sepan qué hacer ante un situación de estas.
No veo mal las relaciones sentimentales entre alumnos y profesores, pero no deben ser a escondidas de la familia del joven.
Un adolescente siempre va a ser inmaduro. En esa época es muy fácil enamorarse y creer lo que esa otra persona le dice, por eso los colegios deberían manejar el tema de forma abierta".
¿Qué es acoso o abuso sexual y qué hacer?
A pesar de los vacíos legales las leyes protegen a los niños y niñas en casos de abuso y acoso sexual.
Los delitos sexuales como la violación (acceso carnal violento y acto sexual violento) y los actos sexuales abusivos (acceso carnal abusivo y/o actos sexuales con menor de 14) se agravan cuando la víctima es menor de 12 años y cuando el agresor tiene una posición de autoridad.
Acto sexual abusivo es cuando hay manipulación, manoseo, palabras, miradas, frases o cualquier acto que incomode al niño o niña.
Entre los 14 y 18 años de edad, si la víctima es agredida sexualmente debe denunciar, y su testimonio es prueba contundente.
Siempre creerle al niño. Muchos casos quedan impunes porque no se le cree.
Las denuncias de acoso o abuso deben hacerse ante la policía judicial y la comisaría de familia. No es prudente ir directamente a Medicina Legal.
Denunciar al docente en la Secretaría de Educación.
Otras fuentes: *Confederación Nacional de Asociaciones de Rectores y Colegios Privados, Secretaría de Educación de Bogotá.
SONIA LÓPEZ ORTIZREDACTORA DE EL TIEMPO
sonlop@eltiempo.com.co